jueves, 5 de abril de 2012

Que se supone que debes hacer,
cuando un amigo muy cercano te abandona.
No estoy sola, sólo ausente
Pudiendo vivir una vida mejor,
pero recordando su nombre

domingo, 17 de abril de 2011

-¿Que piensas?
¿Quieres saber que pienso?
-Sí
Pues
...

Alzó la mirada, todo yacía en ruinas.
Ella estaba tumbada de lado, en un colchón que había en el suelo, quemaba entre las yemas de sus dedos un papel escrito. No podía verle la cara.
Me han dicho que eres muy mala, miles de veces, que me vas a arruinar la vida; que sólo haces más que empeorarme.
El fuego crepitaba vivaz
Me han dicho que eres como una puñalada, feroz, en mi espalda; Que no puedo apartarte de mi lado.
Seguía sin mirarme, distraída
Soy la criatura débil que respira, como si se tratara de droga, tu aliento y acaricia tus caderas, y la verdad es que me sientas mal.
Estoy intentando volver a algo obsoleto, y estoy tan tranquila aquí, viéndote; mis ojos estallan repasando tus curvas, pero aún así, debo mantenerme alejada, pues para mí eres como el fuego: me quedo fascinada al ver el reflejo de la luz, pero mirarte y tenerte cerca suponen mi muerte.
Silencio.
Y tu lo sabes, y yo lo sé. Y en este silencio compadecido, cada una miramos en contra dirección. Conoces el diablo que cruza mi piel, que descansa en mis ojos cansados, pero aún así, nos mantenemos a cierta distancia...¿puede ser?
Ella recogió su cabellera densa en una coleta baja, y se levantó con elegancia, yéndose hacia un ventanal.
-Sólo quieres que te escuche, que acaricie tus lágrimas, que sea tu muñeca
No he venido hasta aquí para compadecerme de mí, ni para utilizarte, ni que me utilices
-Lo sé. Dime que haces aquí
Sólo quería verte
La puerta se destrozó, quedándose ella dentro, el aire frío; sentía los ojos helados

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El mundo es tranquilo cuando no hay gente, cuando estoy solo, estirado en la colcha de flores, observando el caza-sueños, siendo el juguete de la pereza, de los sueños, de todas aquellas cosas que existen sólo en mi mente, que son parte de mí pero a la vez forman un universo inconexo e incoherente.
Quieto, escuchando la ventana crujir, el cristal temblar; las máscaras, impunes, me miran alrededor de la Luna llena.
Quieto, congelado. Recuerdos que parecen siglos pasados, cuando en realidad son parte de este tiempo que se esconde ahora mismo.
¿He hecho bien?
¿He hecho mal?
¿Ha sido una venganza quizás?
¿Debo sentirme mal?
¿Me siento mal?
¿Como estás?
¿Debería?
Sonreiría en un amable "no lo sé", pero todas las puertas yacen abiertas, todas gritan palabras de cordiales invitaciones forzadas.
Sus imagenes me atormentan, sus cuerpos físicos me perturban, no quiero que nadie me olvide, pero a su vez, que bien que se está en relativa soledad.

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Entonces calla; se mantiene seria, mientras sus manos tiemblan sin control
No puedo verle la cara, que tristeza más grande, y en mi mente esbozo cada detalle, que tantas veces he perfilado con mis manos; una a una dibujo sus pestañas, tranquilamente, que tantas veces he borrado de maquillaje. No te ocultes niña, no te ocultes.
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¿Que deseas?
Me estás utilizando?
No, porque preguntas eso?
No lo sé
Ya

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-¡Lo hice, lo hice!-gritaba aterrorizado, riendo, con las manos manchadas de sangre. Huía corriendo, su cerebro estallaba y veía luces que no habían en la calle.
Con cada palabra dibujaba un hálito fugaz en el aire frío de Enero, su chaqueta parecía fosforescente en aquel lugar dominado por los colores opacos y fríos.
-¡Lo he hecho! ¡Soy yo quién manda! ¡Hago lo que quiero!- Se paró unos pasos antes de llegar a las orillas del lago; se acerco dudando, mirando su reflejo. Vio como su anchísima sonrisa de satisfacción se iba borrando hasta quedar en apenas una silueta en sus labios.
-¿Que he hecho exactamente?-lamió la sangre de sus manos, manchándose media cara de ella- Yo...no quería ser así. Quería ser...que...-miró fijamente su reflejo.
-Porque...-algo se movía en las profundidades, de forma veloz y ágil, y en la superfície apareció la silueta de una espalda, lentamente, hasta que salió un chiquillo.
El agua le cubría hasta el ombligo, y su piel era fría y blanca como el invierno.
-Porque...-musitó el joven, viendo que la sangre se teñía en el agua clara del lago.
-Abandona toda esperanza

Sus tripas aparecieron a las orillas, días después. No se encontró el cadáver.

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Realmente, es lo que quieres contra lo que quieren los demás. Pero realmente, ¿sabes lo que quieres? No estoy seguro. Se ha tratado de una venganza, ahora puede que me desprecies. O que no. O que sí. Que más da. Conoces mis próximos pasos, dudando, hacia la orilla.
¿Tienes hasta esto planeado?

lunes, 11 de abril de 2011

Me dijeron que llevaba un dragón en el cuello, pero que se lo tragó en un ataque de desesperación

sábado, 2 de abril de 2011

Alterego

Con un ojo menos, como Nithreus; con el pelo blanco de Volkhaavar.
La cicatriz cruzaría mi torso, en el centro, partiéndolo en dos; describiendo
todas las aventuras que aún quedan por narrar, las que quiero compartir
contigo y las que me reservo para mi mismo.
Vamos. Dejemos que empiece. Silencia tu relato por un momento, y deja que mi ego me cubra las espaldas. Mantengamos un silencio tan intenso como tus mordiscos, como mis palabras vanas, mírame a los ojos, y en silencio...que las palabras salgan solas de una simple mirada.

domingo, 13 de marzo de 2011

Dejaremos las uñas así, ¿eh? No más largas.
Dejaremos el pelo largo, ¿eh? para que consigas trabajo.
En esas que te das cuenta de que tu cuerpo no es tuyo.

viernes, 11 de marzo de 2011

Que revelador es mirar en el borde de un precipicio hacia atrás
El mar lame mis pestañadas quemadas por el sol.
¡No me llores, te lo ruego!
El pelo me viene a los ojos y a los labios, buscando
a ciegas mis lágrimas, tus sonrisas.
¡Cállate! Jamás quiero escuchar tu risa,
ni perderme en la orilla del océano

Escucho estallar los huesos de tus brazos,
y mis ojos buscan un borde donde sujetar
las arañas, albinas asesinas
¡Para poder chillarte en el oído!
Alejate para siempre, ¡pero dejáme arrastrarte!
Llevarte al estado más esquizoide,
sujetarte entre dos alambres que te arañan,
inmolarte en mi rabia descontrolada.

Y pedirte el silencio consagrado.
Cuando me aparte de tí, no busques mi rostro
Me confundiré entre la guerra,
haciendo que me pierdas de vista.
En realidad, simplemente, estoy aquí.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Ve corriendo al fregadero, y mira por el desagüe el interior de la tierra.
Estoy allá abajo, esperando; estoy aquí arriba, observando.